En el CDROM
“EL LEGADO DE BENCOMO” se muestran todos los indicios que he podido encontrar
sobre la existencia de una ruta frecuentada por el Temple, que partiendo de las
Islas Canarias llevaba directamente hasta el mar Caribe, y más allá.
En principio esa iba a ser
mi exposición, pero cualquier investigación que se mantenga abierta puede hacer
que los resultados de un momento se vean ensombrecidos, o diluidos, por lo que
se encuentra poco después y creo que el tema que voy a exponer, además de
complementar al CDROM, deja pálido cualquier descubrimiento anterior.
Srs., voy a demostrar hoy
y aquí, que Colón realizó su Primer Viaje siguiendo una carta que en su día
perteneció a la Orden del Temple y creo que todos somos conscientes de las consecuencias
que puede (o que debería) tener lo que voy a demostrar.
El método que voy a seguir
es un método que se suele utilizar en ciencias aplicadas y que no he visto
hasta ahora que haya sido utilizado en historiografía:
Se toman unos hechos.
Se establecen unas
hipótesis sobre las causas que hicieron posible que los hechos ocurriesen en
esa forma y no en otra.
Se demuestran las
hipótesis merced a documentos y hechos que no estan relacionados con aquellos
sobre los cuales se establecieron las hipótesis.
Por razones de tiempo hay
cuestiones, sobre todo matemáticas o de historia de la ciencia, que no voy a
exponer, pero que también tengo resueltas.
Estableceré los hechos
iniciales y las hipótesis partiendo de las Capitulaciones de Santa Fe, donde
está escrito:
El documento no deja lugar
a dudas en cuanto a los siguientes puntos:
1º.- Colón antes de firmar las Capitulaciones ha
descubierto algo en las Mares Océanas.
2º.- Colón firma las Capitulaciones para
emprender un único viaje a las Mares Océanas donde se sitúa su descubrimiento,
en servicio de los Reyes Católicos.
3º.- Los Católicos son los Señores de las Mares
Océanas a las cuales va a viajar Colón.
4º.- Como Señores de dichas Mares hacen de Colón
su Almirante, Virrey y Gobernador General de todas las islas y tierras firmes
que ambas partes, ya antes de emprender el viaje, están seguras que serán
descubiertas por la mano o industria de Colón.
Estos puntos son la
realidad legal bajo la cual se establece el Primer Viaje y las conclusiones que
se pueden extraer son muy simples.
a).- Jamás, bajo un punto de vista legal, se
financió el viaje para alcanzar las Indias por el Occidente.
b).- El destino de Colón fue, según consta, un
Señorío de los Católicos por lo que no tiene sentido hablar de las tierras del
Gran Can o de Catay, que no eran Señorío de los Monarcas españoles.
c).- El contrato que liga a Colón con los Reyes
es por un único viaje y la exclusiva obligación del portugués es la de
realizarlo, no se le pide nada más.
Todo lo que la familia
Colón, los firmantes del contrato, y la historiografía ha descrito
machaconamente como el “viaje a las Indias por Occidente”, el “viaje a Catay o
a las tierras del Gran Can” carece de soporte documental jurídicamente válido;
la realidad jurídica es un único viaje a una zona de las Mares Océanas que es
de Señorío de los Católicos y donde se conoce, antes de partir, que existen
islas y tierras firmes. Y frente a este hecho incuestionable que está escrito y
firmado por ambas partes lo demás es pura propaganda, por mucho que todavía los
colombinistas sigan insistiendo en el tema de las Indias, de la
circunnavegación por el Poniente, o del error de Colón en el radio terrestre;
nada de ello tiene relación con el Primer Viaje.
Y para explicar esa
realidad jurídica voy a establecer las siguientes hipótesis:
1ª.- Colón se presenta ante los Reyes Católicos con una carta de navegación
que únicamente él entiende.
Esto justifica el hecho
del viaje único, y de las altas exigencias de cargos por parte de Colón por ese
único viaje, sabe muy bien que en cuanto conduzca a marinos expertos a la zona
mostrada en la carta, ni él ni sus conocimientos valen ya un mísero maravedí.
2ª.- En la carta que porta Colón están dibujadas islas y tierras firmes
y situadas a una distancia que Colón sabe calcular, y además conoce la derrota
para llegar a ellas.
Esto justifica el hecho de que Colón vaya como Capitan al mando de
la expedición, y lo expresado por Colón en el puerto de Palos sobre las 750 leguas
de navegación.
3ª.- La carta de navegación de Colón tiene sellos, o signos, o símbolos
que todos los firmantes de las Capitulaciones, e incluso el padre de Juan II de
Portugal, reconocen como pertenecientes a la Orden del Temple, y por tanto son
encomiendas de la Orden los territorios allí plasmados.
Eso explica varias situaciones; como los bienes del Temple, excepto
aquellos que específicamente pasaron a otras órdenes, fueron a parar a manos de
los reyes en cuyos reinos estaban situadas las distintas encomiendas, en
principio todos los reyes de la Cristiandad tenían derechos de Señorío sobre
las encomiendas situadas en nuevos territorios.
Pero si uno de esos Reyes
era poseedor de la carta, y no la hacía publica, legalmente tenía derecho a
denominarse señor de las tierras allí señaladas, por eso el padre de Juan II
utiliza el mismo título que en las Capitulaciones se otorga a los Católicos.
Eso explicaría las
expediciones portuguesas con la cruz del Temple en las velas y su abandono del
atlántico al no poder encontrar las tierras señaladas en la Carta; así mismo
explica por qué el proyecto de Colón no interesó en Portugal per si que después
exigieron sus derechos cuando retornó el portugués convertido en Almirante.
Explica por qué Bartolomé
esta en Francia e Inglaterra hasta que su hermano vuelve de la Primera
Navegación, es una garantía para Cristóbal ya que si no retorna el resto de
Resyes Cristianos pueden enterarse de donde se ha obtenido la información para
encontrar las nuevas tierras, y reclamar sus derechos.
Explica el secreto, y las
maniobras de intoxicación que Colón y los Reyes Católicos tejieron en torno al
viaje y la vida de Colón anterior a ese primer viaje, puesto que había que
tratar a cualquier precio de que nadie de la cristiandad supiese en absoluto el
origen del descubrimiento para que otros no reclamasen derechos.
Como vemos estas 3 simples
hipótesis explican por si solas tanto la forma de redacción de las
Capitulaciones como muchos de los hechos relacionados con el llamado
“Descubrimiento de América”, así que paso ahora a demostrarlas.
Este es el enrejillado que
Colón describe en su Carta a los Reyes, indudablemente se trata de una
representación plana de una porción de la esfera terrestre.
La representación es
simétrica, lo misma magnitud y la misma cantidad se mide tanto de norte a sur
como de oriente a occidente.
Aunque Colón no lo
menciona hay dos líneas principales desde las cuales se toma referencia, una de
ellas es el Ecuador o Equinoccial, y la otra un meridiano equivalente a nuestro
actual de Greenwich, un meridiano 0.
La posición de un punto
sobre la carta nos la da la distancia a las líneas de referencia.
Esta carta plana es el reflejo de un sistema de
líneas sobre la superficie terrestre que permitían establecer una
correspondencia punto a punto entre una superficie y otra.
Lo que voy a explicar
sonará un poco extraño, pero como dice Colón proviene directamente de Ptolomeo
y se ha publicado en la revista oficial de la Asociación de Ingenieros Aeronáuticos.
Sobre la Tierra existen 4
polos el N y el S tal y como los conocemos. Se define a continuación un
meridiano de referencia o meridiano 0 como tenemos el actual de Greenwich y a
90 grados a levante y otros tantos a poniente y sobre el Ecuador se encuentran
los polos Este y Oeste.
Las líneas que son parte
de sendos círculos máximo y que pasan por los polos ecuatoriales reciben el
nombre de ortodrómicas y son perpendicular al merdiano de referencia como los
meridianos son perpendiculares al ecuador.
La figura representa la
posición de un punto sobre la superficie de la Tierra en el modelo que he
descrito, se puede ver las líneas de referencia, dos de los cuatro polos, un
meridiano una ortodrómica y la situación del punto definida por la intersección
de ambas líneas.
Pero Colón lleva parte de
la esfera a un plano que es donde dibuja su enrejillado, veamos como:
Se toma sobre la superficie de la Tierra un casquete esférico circular que es
lo que se va a transformar en una circunferencia plana, aunque Colón no limita
su enrejillado por ninguna línea.
En la figura se ve
claramente como al desplazarse hacia el norte en el casquete esférico los
meridianos tienden a juntarse para dirigirse hacia el polo, sin embargo los
meridianos se representan como rectas paralelas en el círculo del enrejillado.
Lo mismo ocurre con las
ortodrómicas.
No es lo que
geométricamente se entiende como proyección, pero conceptualmente si lo es, es
una proyección biunívoca donde cada punto del casquete de superficie esférica
tiene un punto correspondiente en el círculo plano y viceversa y la
correspondencia es punto a punto y siempre determinada.
En todo el casquete esférico se toma como distancia entre dos puntos la cuerda
en lugar del arco según la relación que da el propio Colón:
1º de cuerda son 56 minutos
y ⅔ en el arco.
O lo que es equivalente:
60 minutos en
la cuerda son 56 ⅔ minutos de arco.
Con eso queda determinado
el diámetro del círculo del casquete esférico y del plano.
Pero Colón añade que 56
⅔ millas son 14 1/6 leguas en el plano, es decir que en el plano, no en
la superficie terrestre 1 legua son 4 millas, y es éste un concepto fundamental
como veremos.
Las coordenadas que se utilizan en el sistema expresado, son lo que yo he llamado
“Longura” que es el nombre que un arabista ha dado a esa distancia en un texto
árabe, y la “distancia a la equinoccial”, justamente opuestas a las que
manejamos nosotros de longitud y latitud.
Todos los puntos que están
situados sobre la misma ortodrómica “distan lo mismo de la equinoccial”. Como
se ve en la figura, Panama y el Norte de África distan lo mismo de la equinoccial;
de ahí que cuando Colón explica que La Española y La Gomera distan los mismo de
la equinoccial y que están en el mismo paralelo, ni en su época ni actualmente
nadie entiende lo que dice.
Para Colón, los paralelos
son las líneas horizontales de su enrejillado, no nuestros paralelos actuales
determinados por la latitud.
La figura muestra el mapa de Juan de la Cosa realizado con los principios matemáticos
que expresa Colón en su Carta a los Reyes que he mostrado.
Se ve como La Española y
Las Canarias están prácticamente enfrente las unas de la otra, ya que “distan
lo mismo de la equinoccial”, se puede comprobar como la distancia horizontal entre
los trazos negros de Las Canarias y de La española, es inferior a esa misma
distancia cuando las islas están dibujadas en rojo.
Porque la distancia
horizontal entre el dibujo en negro representa la longitud y la distancia
horizontal en el dibujo en rojo la longura.
No hay mas que leer el pie
del mapa para ver que todavía hoy sigue sin saberse leer el mapa que Colón
construyó con los mismos principios que el que presentó a los Católicos.
El primer punto de mi
hipótesis ha quedado demostrado Colón poseía un mapa que únicamente él (y yo
ahora) entendía.
Para demostrar el segundo
punto es necesario ver que Colón sabía situar cada día la posición de la nave
sobre una carta, carta que lógicamente controlará la distancia a la equinoccial
y la longura, y que sabía cual era su punto de destino de forma que se pueda
ver por la carta que la navegación ha tenido una planificación previa.
Demostrar que Colón conocía su punto de destino es sencillo, él presumió
en Palos que la navegación sería de 750 leguas por el occidente y desde la isla
de El Hierro; como vemos los cálculos son sencillos 750 leguas son 50º que se
deben de contar sobre la ortodrómica que es perpendicular al meridiano de El
Hierro en ese punto, y de ahí se dista a la equinoccial 28º, con lo que la
colatitud es de 62º.
La resolución del
triángulo esférico rectángulo nos da un valor para la colongitud de 36,5º y la
solución reseñada en la figura.
Atención que todos los
cálculos están realizados sobre la superficie esférica y la equivalencia entre
la legua y las 4 millas es en el plano, ya veremos la importancia de esto.
La figura muestra la
solución en coordenadas actuales, ese era el punto donde Colón debía dirigirse
en su primera navegación.
Pero lo bueno es que todos los números expuestos, junto con la solución de la
ecuación de la geometría esférica se hallan en un manuscrito que nadie duda que
sea un original colombino.
El dibujo está en una de
las contrapáginas del Imago Mundi que se conserva en la Biblioteca Colombina y
que perteneció a Colón.
El cuadrante, es un
cuadrante de cálculo que se utilizaba en la cultura islámica para resolver las
ecuaciones trigonométricas, tanto el eje vertical como el horizontal como el
cuarto de círculo mayor, está dividido en grados.
Las dos circunferencias
están marcadas sobre 50º y 36,5º Y tal y como afirma (aunque con poca
convicción) Juan Gil, esta dibujada tras el retorno del segundo viaje como
ahora veremos.
Como ya he explicado la
carta de Colón tiene que tener dos coordenadas cada día para controlar la
distancia a la equinoccial y la longura:
Pero es que el “Diario” si
refleja ambas coordenadas, lo que ocurre es que o bien Las Casas creyo en eso
que escribía, o Hernando Colón le dictó lo que debía decir.
Con ello, el
fraile debió suprimir aquellos días en que daba el mismo valor de la navegación
en el camino fingido y en el verdadero.
Y así, tomando el valor
día a día, y teniendo en cuenta los distintos recuentos se alcanza a dibujar la
auténtica derrota del primer viaje.
Lo primero que observamos
es que Colón sitúa su punto de destino a 810 leguas, cuando el había presumido
de las 750 ¿Por qué?, porque el valor de 750 el consideró que no era sobre la
superficie terrestre si no lo que había medido en el plano.
Ese fue el primer error de Colón que le impidió llegar a su destino,
de ahí que cuando cae en desgracia tras el segundo viaje revise sus cálculos y
sea cuando dibuje la grafica del cuadrante ya explicada.
En la figura vemos que hay
dos curvas, una que el va dibujando y que pasa por el punto de 810 leguas, y
otra donde he escrito navegación real. ¿Por qué?.
Colón aplica su metodo de
que en el plano 4 millas son una legua, y su valor implícito de la milla es de
1.850 metros; pero su tripulación que es castellana utiliza cuerdas de nudos o
cánticos para medir la velocidad calibrados a millas romanas de 1.450 metros y
ese es el segundo error de Colón.
Sabemos que Colón salvó su
cabeza por la oportuna aparición de San Salvador, pero realmente desde el 5 de
octubre Colón estuvo perdido, no así Martín Alonso. ¿Qué hubiese ocurrido si el
motín hubiese acabado con la vida de Colón?, ¿Estaría la matriz de las
Capitulaciones en los Archivos de la Corona de Aragón?. Yo lo dudo mucho.
Vemos perfectamente como
la navegación estuvo planificada de antemano, sabiendo exactamente donde debía
de cambiarse el rumbo, es conveniente estudiar esa planificación.
Las dos líneas que planifican la navegación forman sobre el plano un ángulo de
42º con la línea equinoccial, por una propiedad geométrica elemental el ángulo
del rumbo de salida con respecto a la línea del poniente debe de ser ese mismo.
Así que se debe de salir
de puesto por una ortodrómica que forme 42º con la ortodrómica de Poniente.
Pero el ángulo de 42º cumple una curiosa propiedad y e que su coseno
es aproximadamente 0,75 lo que significa que cuando se avanzan 4 unidades en la
dirección Sudoeste, se cuentan 3 unidades en la Línea de Poniente, y no debemos
de olvidar que la distancia recorrida sobre la línea de poniente nos da la
coordenada que he llamado longura.
Y todavía hay pruebas
adicionales de que Colón planifico su viaje sobre el rumbo de los 42º.
Mientras Colón,
completamente perdido, navega entre islas busca con el cuadrante árabe diversas
posiciones para verificar que estaba en la ruta de los 42º.
Pinzón le abandona a su
suerte y nuevamente el portugues se salva recalando en La Española donde ya
había recalado previamente el de Palos.
Mi segunda
aseveración ha quedado probada, Colón era el único que sabía como navegar hasta
las Tierras de Señorío de los Católicos en el momento de las Capitulaciones.
Para probar la tercera hay
que preguntarse ¿Dónde adquirió Colón esos conocimientos?.
El párrafo está escrito en
una época donde no existía la palabra “meridiano”, ni “estrella polar”, ni
“Rosa de los Vientos” y donde con la palabra genérica de tramontana se indicaba
un viento, el meridiano...
Nos dice que el meridiano
pasa por el puerto de salida de la nave, y allí es el punto donde vienen a
juntarse los 4 ángulos agudos, ya volveré sobr el tema; lo importante es que el
meridiano de referencia pasa por el puerto de salida de la nave.
Después está la frase
“Estas cuatro millas no se han de contar por el sudeste, sino por el levante”
Colón nos dice que en el
plano 4 millas son una legua, es lo que él ha entendido de dicha frase, porque
a continuación nos dice que 8 millas por el Sudeste no cuentan sino 6 por
Oriente, exactamente la forma en que Colón planifica su viaje.
El párrafo es de Ramón Llull y consta en su “Ars Magna”, escrita en
1.285/86, y no hace falta aclarar aquí las conexiones de Llull con el Temple,
mientras que por otro lado el franciscano es considerdo como padre de la
cartografía mallorquina, y el párrafo demuestra sus conocimientos cartográficos
ocultos, puesto que hasta ahora no han sido desvelados, y el principio
matemático sobre el que se asienta el mapa de Juan de la Cosa es idéntico al de
los portulanos, es más los portulanos tienen una escala de 4 unidades en el
atléntico y de 3 unidades en el mediterráneo, y ese 4 vuelve a coincidir
sospechosamente con la línea descrita por Llull en su párrafo.
Y, ¿qué son los 4 ángulos
agudos?, podría ser la Rosa de los Vientos, pero por mucho que lo intentemos la
Rosa de los Vientos no aparece jamás con 4 ángulos agudos sobre un punto central.
Con cuatro ángulos agudos
sobre un punto central se forma la cruz del Temple, y esa es signo que describe
Llull y el que Colón enseña a los Católicos, mi tercer punto ha quedado probado.
Aunque en puridad hay que
demostrar como llegó esa carta hasta Colón, pero evidentemente fue a través de
los cartógrafos mallorquines emigrados a Portugal y las relaciones de Colón con
judíos y moros tal y como él explica.
Por tanto queda claro qu
existió una ruta templaria que con origen en la isla de El Hierro llegaba hasta
los mares del caribe y es la que siguió Colón con un mapa de la Orden.
Es poco probable que existiesen otras rutas ya que Llull las hubiese
conocido y los portugueses habrían intentado seguir ese camino para adquirir
los señoríos templarios y la historia demuestra que no fue así.
Por las matemáticas
utilizadas en el cálculo de la ruta y en el seguimiento de la navegación los
musulmanes tuvieron un protagonismo destacado en dicha ruta y particularmente
opino que fueron ellos los primeros en llegar a las costas sudamericanas del
pacífico. No obstante, muy pronto El Temple debió ser el único viajante por
dicha ruta que le permitía obtener plata a bajo costo en sudamérica e
introducirla en la Ruta del Oro africana a través del puerto de Alamina, que
más tarde pasará a ser portugués con el nombre de San Jorge de la Mina.
Los contactos con tierras
americanas datan como mínimo del siglo XI, aunque para la mayoría de europeos
fuesen totalmente desconocidos.
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